El contenedor marrón es el contenedor donde se deben verter los residuos orgánicos, como restos de comida y restos vegetales pequeños de jardín para convertirlos en compost.
Los residuos que puedes depositar en el contenedor MARRÓN son:

  • Restos de fruta y verdura
  • Restos de carne y pescado
  • Cáscaras de marisco, huevos y frutos secos
  • Restos de comida cocinada
  • Papel de cocina y servilletas de papel sucias
  • Posos de café y restos de infusiones
  • Tapones de corcho, palillos de dientes y cerillas
  • Restos de plantas y ramos de flores

Los que NO debes depositar son:

  • Colillas de cigarros
  • Restos de barrer y de aspiradora
  • Compresas y pañales
  • Excrementos de animales
  • Envases de papel y cartón
  • Vidrio
  • Envases de plásticos, latas y bricks
  • Cenizas de carbón

 

En casa, deposita los restos orgánicos en el cubo marrón dentro de una bolsa compostable. El cubo aireado impedirá la fermentación de los restos orgánicos, así como los lixiviados y malos olores. Las bolsas compostables están hechas de fécula de papa, por lo tanto, se descomponen junto con los restos de materia orgánica. La bolsa compostable es impermeable, transpirable y evita los olores.

Utilizando las bolsas compostables facilitamos el proceso de tratamiento de los residuos orgánicos y obtenemos un compost de mejor calidad, con menos impropios. Una vez se acaben las bolsas que repartiremos durante la campaña se pueden utilizar las bolsas compostables que se utilizan en la compra de la fruta y verdura, por ejemplo.

En la calle, deposita la bolsa bien cerrada dentro el contenedor marrón.

Encontrarás el contenedor marrón en la vía pública de los diferentes núcleos de población según se vayan implantando las fases de implantación en el municipio.

Una vez se recogen los residuos orgánicos aportados a los contenedores de la calle se transportan a la planta de compostaje del Complejo Ambiental de Tenerife, donde se imitan los ciclos naturales gracias al proceso de compostaje que transforma los restos orgánicos de los residuos urbanos en compost. Así cerramos el ciclo de la materia y devolvemos a la tierra los nutrientes que servirán para abonar el ajardinado municipal y cultivar nuevos alimentos.